El género del terror ha dado en estos últimos años compositores de una sólida formación académica y de una impecable corrección musical; la ausencia de licencias líricas ha hecho que muchos de estos nombres aparezcan en un segundo plano, confundiéndose el esplendor orquestal y los grandes pasajes musicales con la calidad y los recursos para crear atmósferas densas. Entre estos músicos Christopher Young destaca por ser uno de los compositores más innovadores del panorama actual. Empezó haciéndose un nombre en producciones de terror y misterio de las que destacaremos, HELLRAISER (1987), JENNIFER 8 (1992), COPYCAT (1995), MURDER IN THE FIRST (1995) o URBAN LEGEND (1998). En los últimos años se ha consolidado en este género añadiendo trabajos de acción para HARD RAIN (1998) o dramas para THE HURRICANE (1999) y SWEET NOVEMBER (2001).

Christopher Young nació en Red Bank (New Jersey) el 28 de abril de 1957. Su formación musical transcurrió entre dos centros académicos, inició sus estudios en el Hampshire College in Massachussets obteniendo el graduado y siguió un post graduado en la North Texas State University, centro difusor de algunas de las variantes jazzísticas de mediados de los setenta. Christopher Young se trasladó en 1980 de Texas a California donde cursó estudios de composición musical en la Californian University Los Angeles (UCLA). Su maestro y profesor fue David Raksin quién incidió en él en el jazz, especializándose en la instrumentación percusiva de la que serán algunos de sus exponentes HARD RAIN (1998) partitura de acción articulada en la percusión y que destaca por temas orquestales como Hard Rain - Main Titles. Pero además de Raksin Young coincidió con jóvenes realizadores —Ciro Santiago, Sparky Green...— que años más tarde acabarán por solicitar sus partituras y realizadores como Stephen Carpenter que en 1980 le ofreció la posibilidad de componer THE POWER (1980), un film sobre posesiones diabólicas muy en boga en esos años.

En efecto, su primera partitura para el cine fue THE POWER (1980) iniciando así su andadura en el género del terror. En pocos años su nombre se ligará a títulos como la secuela del gran éxito comercial A NIGHTMARE ON ELM STREET 2: FREDDY’S REVENGE (1985), TORMENT (1986), HELLRAISER (1987), HELLBOUND: HELLRAISER II (1988) o THE FLY II (1989). Para muchos críticos musicales en estos años Christopher Young perfecciona el género del terror junto a nombres también relevantes como Howard Shore o James Newton Howard —éste último en los años noventa—. Son años en que su clara formación raksiniana adquiere improntas del mago del terror, de Bernard Herrmann del cual el compositor de Red Bank se declarará influido de manera fundamental.

Aun resultando monotemático, Christopher Young compuso en sus primeros años música para documentales VIETNAM WAR STORY (1987) o para el género de la acción en GOJIRA (1984) y WHEELS OF FIRE (1984).

A partir de 1989 consolidará su estilo y su prestigio. Ese mismo año recogía el premio Saturn concedido por la Academy of Science Fiction, Fantasy & Horror Films por su trabajo en HELLBOUND: HELLRAISER II (1988). Sin ser un compositor especialmente laudeado recibirá otro premio en 1996, en el Festival de Cinema Internacional de Catalunya a Sitges, por la partitura para HEAD ABOVE WATER (1996); y dos nominaciones, una al Emmy por su drama televisivo MARILYN MONROE Y NORMA JEAN (1996) y al Globo de Oro en 2002 por THE SHIPPING NEWS (2001); también le fue concedido el Premio Henry Mancini por su trayectoria musical.

Sus obras representativas de esta segunda etapa son el film de prisiones MURDER IN THE FIRST (1995) de Marc Rocco; la laureada sci-fi SPECIES (1996) y HARD RAIN (1998) la cual dotó de una instrumentación cuando menos curiosa al dividir la sección viento madera en tercetos. En ROUNDERS (1998) Christopher Young firma una partitura que llegará a ser considerada como su mejor aportación hasta el momento. Se trataba de un drama de John Dahl y que se compuso bajo una fuerte influencia jazzística. En los últimos años ha trabajado para proyectos cada vez más desvinculados de su etapa inicial, partituras más comerciales, que curiosamente se han visto superpuestas por recopilatorios. Este fue el caso de THE HURRICANE (1999), ENTRAPMENT (1999), SWEET NOVEMBER (2001) o THE GIFT (2000). En cambio, BLESS THE CHILD (2000) significó un breve regreso a sus orígenes del género de terror.

Joan Martínez [2002-08-22]