Cuando a principios de los años ochentas el nombre de la banda sonora estaba ligado a la fórmula sinfónica «John Williams» la Warner Bros. Records editaba uno de los trabajos más reconocidos en la filmografía de Jerry Goldsmith. UNDER FIRE tiene todos los alicientes para ser reconocida como una partitura alternativa. La crítica especializada destaca varios aspectos que le conferían en 1983 ese carácter innovador en el lenguaje de la banda sonora: inclusión del sintetizador en la obra sinfónica y sistematización del folklore centro-americano a través de la sonoridad de la flauta inca.

Roger Spottiswoode, director de Under Fire, dirigía un film innovador en el planteamiento ideológico. A principios de los ochentas Hollywood replantea el papel de los Estados Unidos en el mundo, y más concretamente en Sudamérica. Costa Gavras en 1982 daba forma a Missing, un film político, que dejaba al descubierto el papel de la administración Nixon en el golpe de estado de Chile. Gavras tambien había apostado entonces por un compositor alternativo y laureado el año anterior por la Academia de Hollywood, Vangelis (Hugh Hudson / Chariots of Fire, 1981).

UNDER FIRE, nominada también a mejor banda sonora en la edición de 1984, destaca por su sencillez aparente. La crítica tambien nos llama la atención acerca de la orquestrina. Goldsmith, reusando el sinfonismo característico, dió forma a Under Fire con melodías vivas, solos de guitarra y una buena dosis de emoción. Sus temas son únicos y sus recursos inagotables. Nueve años más tarde John McTiernan contaba para su MEDICINE MAN (1992) con una música inspirada en las composiciones de Jerry Goldsmith en los años ochentas. Temas como Bajo Fuego, Fall of Managua o Nicaragua, por citar algunos, confieren una atmósfera que aun nos invoca el espíritu sandinista, el espíritu de rebelión de un pueblo dominado por un dictador. A pesar de esto, la partitura es básicamente melódica y romántica.

Desafortunadamente, la banda sonora de UNDER FIRE estuvo descatalogada de la venta durante muchos años y únicamente estaba disponible a través de una edición japonesa que se subastaba a precios prohibitivos. En beneficio del aficionado, en octubre de 2000 la filial de Warner Bros en Alemania reeditó esta obra respetando el formato y presentación originales a un precio popular. Es una ocasión única que no hay que dejar escapar para apreciar uno de los grandes scores de Jerry Goldsmith.

Valoración:

Joan Martínez [2001-07-14]