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Música compuesta y dirigida por Karl Jenkins. Orquestaciones de Karl Jenkins.
Interpretada por la London Symphony Orchestra. Coro de The New London Children’s Choir. Músicos destacados: Carmine Lauri (violín concertino), Mike Taylor (flautas étnicas), Mae McKenna (voz) y Belinda Sykes (voz).
Grabada por Steve Price y Rupert Christie. Mezclada por Rupert Christie. Album producido por Karl Jenkins.
RIVER QUEEN (2005) es un drama que aúna la colonización de Nueva Zelanda por parte de los ingleses con los problemas familiares de los protagonistas. La cinta cuenta con una bonita y conmovedora banda sonora donde su autor, Karl Jenkins, demuestra su experiencia en fusionar con equilibrio distintos géneros musicales (no puedo dejar de citar el inmenso Adiemus como mejor ejemplo de su buen hacer) elaborando una partitura muy rica en sonoridades en la que desde una combinación de melodías de raíces folclóricas (un cruce con tenues toques celtas y otros sonidos étnicos) y orquestación más occidental y clásica va evolucionando y moviéndose entre los diferentes estilos con un dinamismo y una delicadeza espléndidos.
Jenkins expone su gama de sonidos a través de cortes concisos, donde alternándose según convenga a las imágenes y a la inventiva del compositor se pueden hallar expresivos e intensos momentos de orquestación plena, dulces melodías de flautas que desglosan el bonito tema principal aquí y allá, y segmentos corales de gran lirismo. Precisamente los momentos que me resultan más atractivos son esos maravillosos juegos corales, como los angelicales cantos de The Abduction, el evocador The River (instante que recuerda bastante a Adiemus), los espectaculares de The Arrival, que no parecen emerger de voces humanas, y el espléndido corte Wiremu on the Rampage, con esos rítmicos golpes de cuerdas secundando el glorioso canto.
Las sonoridades también evocan sensaciones variadas. Sin caer en lacrimógenos dramatismos es una música generalmente emotiva, pero no faltan espléndidas descripciones de grandes paisajes, así como instantes que remarcan los peligros subyacentes en las aventuras de los protagonistas. Jenkins pasa de un registro a otro con gran facilidad, sin perder por el camino su habilidad para transmitir emociones de todo tipo.
A pesar de ofrecer cincuenta minutos de excelente música a través de veinticuatro cortes que van de lo espectacular a lo hermoso, el disco sabe a poco precisamente por esa belleza y calidad.
Valoración:
Esteban Benítez [2007-10-04]