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Música compuesta por Charlie Mole. Orquestaciones de Nick Ingman y John Bell.
Interpretada por una orquesta de sesión de Londres dirigida por Nick Ingman. Músicos solistas destacados: John Themis (oud, guitarra, flautas y voz), Paul Clarvis (percusiones africanas), Keith Thomson (flautas étnicas, oboes y caramillo) y Nick Curtis (cantos árabes). Orquesta contratada por Isobel Griffiths.
Grabada y mezclada por Mike Ross-Trevor. Editada por Andrew Glen. Album producido por Charlie Mole y Robert Townson.
He considerado interesante incluir el texto de la canción del Sauce (The Willow Song) que canta Desdemona (Irène Jacob) con extraordinaria sensibilidad. Es el clímax del CD, una oda trágica que realmente es capaz de «ablandar las piedras»:
VERSIÓN ORIGINAL
Desdemona: The poor soul sat sighing by a sycamore tree...
My mother had a maid call’d Barbary;
She was in love, and he she loved proved mad
And did forsake her. She had a song of willow;
An old thing ’twas, but it express’d her fortune,
And she died singing it. That song tonight
Will not go from my mind.
The poor soul sat sighing by a sycamore tree,
Sing willow, willow, willow.
Her hand on her bosom, her head on her knee,
Sing willow, willow, willow.
Her salt tears fell from her, and soften’d the stones,
Sing willow, willow, willow.
So, get thee gone; good night. Mine eyes do itch;
Doth that bode weeping?
Emilia: ’Tis neither here nor there.
Desdemona: I have heard it said so. O, these men, these men!
VERSIÓN TRADUCIDA
Desdemona: La pobre alma sentose suspirando al pie de un sicomoro...
Mi madre tenía una doncella de nombre Bárbara.
Se había enamorado, y encontrose con que el galán a quien amaba se volvió loco
y la abandonó. Sabía cierta canción del «Sauce»;
era una antigua canción, pero expresaba bien su destino,
y murió cantándola. Esta noche
no quiere írseme del alma esta canción.
La pobre alma sentose suspirando al pie de un sicomoro,
cantad: sauce, sauce, sauce.
La mano sobre su seno, la cabeza sobre su rodilla,
cantad: sauce, sauce, sauce.
Sus lágrimas amargas caían y ablandaban las piedras,
cantad: sauce, sauce, sauce.
Ahora, márchate. Buenas noches. Me escuecen los ojos.
¿Es presagio de lágrimas?
Emilia: Eso no significa nada.
Desdemona: Lo había oído decir. ¡Oh, estos hombres, estos hombres!
Martí Mesquida [2003-09-27]