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Tracks
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Música compuesta por Graeme Revell. Orquestaciones de Tim Simonec.
Interpretada por la Orquesta Filarmónica Ciudad de Praga (Filharmonici města Prahy) dirigida por Tim Simonec.
FRANK HERBERT’S DUNE (TV) era la primera miniserie de Sci-Fi en un intento de revisar la obra Dune de David Lynch (1984). El director de la serie, John Harrison, contó con la música de Graeme Revell, compositor que sin haber musicado para la ciencia ficción más que en MIGHTY MORPHIN POWER RANGERS: THE MOVIE (1995) y la trilogía del año 2000 RED PLANET, TITAN AE y PITCH BLACK, sí que tenía un currículum denso en la ficción y en las historias de ultratumba. Su obra más reconocida THE CROW (1994) se desvaneció en una edición comercial que llevaba por título «Brandon Lee, The Crow». Entonces canciones como Burn de The Cure o Darkness de Rage Against The Machine primaban en la ley del merchandising. Sin embargo, a la hora de establecer un paralelismo compositivo nos vamos a referir a la no editada EATERS OF THE DEAD (1999), obra compuesta en su día para el film de John McTiernan THE 13th WARRIOR. Entre esta historia y Dune apenas encontraríamos semejanzas formales si no fuera por la instrumentación del medio oriente, más acuciante en Revell que en Goldsmith. Por otro lado, el argumento de Dune, era bastante conocido. Se trataba de la más pura ciencia ficción y contaba con el precedente que en su día dirigió David Lynch y musicó Toto (Dune / P.E.G. Recordings, 1984).
La crítica a la que pretendía ser la redentora de la versión de Lynch no se hizo esperar. De hecho la miniserie de Sci-Fi se perdía en el tedio. Una película sin romance, sin batalla, obligaba a componer una banda sonora estéril. Esta es la opinión de gran parte de la crítica que ven en el Dune de Revell «un querer y no poder» por las exigencias del argumento. Ven tambien una partitura que podía haber incorporado elementos de gran potencia y que se quedó, siguiendo esta opinión, en música átona.
De todos modos, FRANK HERBERT’S DUNE no es una banda sonora de una sola escucha. Su complejidad exige un detalle mucho mayor, así uno de los aspectos que John Harrison quiso destacar era el hecho étnico Fremen. Revell consideró que la mejor fórmula era la que ya hemos señalado, el uso de la intrumentación del medio oriente y la percusión, más acordes que cualquier otra para referirse a las etnias del desierto. En este sentido el duduk juega un paper predominante. Las referencias semitas son continuas, pero si hemos de destacar algunos tracks en especial estos son la obertura Main Theme, Conquering the Worm, Jihad Begins / Last Fight o Paul Chooses / Finale. La obertura es pretenciosa en tanto en cuanto nos evoca una melodía potente, algo espacial, si cabe. Lejos de la atonía que Filmtracks percibe en Dune temas como Travel with Fremen tienen una presencia propia en la misma composición, para lo cual Revell no abandona los aspectos étnicos, pero da una mayor impronta a la orquesta.
Formalmente la obra se divide en tres secciones, pero nosotros la vamos a dividir en temáticas. De hecho, a pesar de la atonía, FRANK HERBERT’S DUNE cuenta con una temática muy variada. Predominaban por exigencias de John Harrison, y por este mismo orden, los temas dramáticos, Worm Sign / Escape the Worm, Desert Trek...; atmosféricos —atención al uso acertadísimo del duduk— Navigator Advises, Chani & Paul’s Love, Seduction Pt.2...; de acción Up the Ladder / Battle, Conquering the Worm, Outrun Worm...; étnicos, Fremen Village, Worm Bark...; melódicos Travel with Fremen, Paul & Chani...; románticos Desert Love, rítmicos con predominio de la percusión Worm Bark, Conquering the Worm.
Señalaremos también algunas curiosidades, como que la interpretación corrió a cargo de la City of Prague Philharmonic Orchestra and Choir y que la batuta la dirigió Mario Klemens, el mismo músico y la misma orquestra que en 1997 grabaron la versión sinfónica del MONONOKE HIME de Joe Hisaishi. Otro de los aspectos que destacan en FRANK HERBERT’S DUNE es la importancia que adquieren los coros y el duduk a la hora de recrear los ambientes del film. Así tambien destacamos una ausencia de temas románticos. Desert Love, que por su título evoca esta temática, és amorfo y no transmite esa sensación de romanticismo que sí se evocaba en THE CROW.
Como hemos señalado se trata de una obra compleja que tenía influencias en el propio trabajo de Graeme Revell —a destacar básicamente el EATERS OF THE DEAD (1999)—. Algunos críticos se refieren a la inevitable revisión de la banda sonora que compuso Toto para el Dune de David Lynch. Según esta opinión en Paul Chooses / Finale se adivina parte de ese sustrato. Lo que sí está claro es que algunas piezas atmosféricas recuerdan a Brian Eno o a George S. Clinton en THE ASTRONAUT’S WIFE, mientras que el tema Conquering the Worm sería una clara alusión al GLADIATOR (2000) de Hans Zimmer. Otro de los sustratos, y quizás el más presente, sea la obra de Michael Danna 8MM, no ya en el interés por los aspectos étnicos sinó por la tendencia melódica.
Valoración:
Joan Martínez [2001-06-16]