No es fácil encontrar en la filmografía más reciente de Hans Zimmer una partitura más intimista que PEARL HARBOR (2001). Melódicamente deudora de la revisión estilística que significó THE THIN RED LINE (1999), la composición para el film de Michael Bay es una muestra más de la vitalidad del compositor alemán.

Después de THE THIN RED LINE (1999) Hans Zimmer parecía abocado a giros musicales centrados en el intimismo y en la música sensitiva, así como en la carga mística. En cambio, no era la primera vez que cambiaba o redefinía su estilo. Cuando compuso THE LION KING (1994) ya se habló de un nuevo concepto musical que se gestó en THE POWER OF ONE (1992) bajo la colaboración de Lebo M.

En PEARL HARBOR se presentaban varias opciones que giraban entorno del guión de Randall Wallace. Uno era centrar el film en los elementos épicos (el hecho heroico quedaba asumido en el mismo título). Otra opción era un remake, un déjà-vue, de FROM HERE TO ETERNITY (1953) de Fred Zinnemann (con Deborah Kerr, Burt Lancaster y Frank Sinatra), mezclado con películas de guerra de temática romántica como HANNOVER STREET (1979) de Peter Hyams (con un trio amoroso, Harrison Ford, Leslie Ann Down, Christopher Plummer). La intención de Michael Bay era contar una historia romántica, accesible al público mass media y reflotar un Titanic en medio del Pacífico. Las imágenes, el marketing de PEARL HARBOR no deja lugar a las dudas. Los rostros de Ben Affleck, Josh Hartnett y Kate Beckinsale, así como fotogramas que emulan CASABLANCA (1943) muestran una intención de film romántico.

Ante este argumento Hans Zimmer tenía claro que los cortes épicos se reducirían a los momentos de acción (muy escasa en el film) a favor de un lirismo desbordante, y quizás algo recargado.

La película PEARL HARBOR quedaría mejor definida como un gigantesco video clip. La música es parte integral de la imagen y refuerza el conjunto de la película. Sin la música hay sentimientos que difícilmente el espectador exploraría. Ocurría lo mismo en ARMAGEDDON (1998), el otro gran proyecto de Michael Bay dónde la música de Trevor Rabin adquiere un protagonismo en los momentos altamente épicos. En HANNOVER STREET (1979) John Barry aportó también una partitura integrada con temás líricos retentivos. Este film y PEARL HARBOR guardan, como vemos, ciertas semejanzas que van más allá de los «parecidos razonables».

Musicalmente PEARL HARBOR funciona a la perfección, tanto en el film como fuera. Estructuralmente la hemos divido en tres partes temáticas.

Una que situamos entre la obertura Tennessee y la pista I Will Come Back. Básicamente es melódica y en ella Hans Zimmer explora la parte romántica, con variaciones del tema Tennessee.

Una segunda parte en què prima la acción se centra en la pista Attack y en el primer minuto de War. Zimmer aporta en Attack algunos detalles étnicos ya explorados por James Newton Howard en SNOW FALLING ON CEDARS (1999), como es la instrumentación japonesa, reducida al shakuhachi.

La tercera parte, December 7th, War y Heart of a Volunteer, es un requiem. Para darle aún un mayor realce Hans Zimmer aportó coros femeninos.

Zimmer entra de lleno con PEARL HARBOR en la gran epopeya patriotera de Michael Bay, pero continuando con el estilo definido en THE THIN RED LINE (1999) y GLADIATOR (2000). La composición para PEARL HARBOR no es ni mucho menos innovadora. El tempo es parecido a THE THIN RED LINE, pero menos inspirado y menos místico. Michael Bay necesitaba de melodías atrayentes, capaces de crear sueños y lejanas a la relajación, y Hans Zimmer y Klaus Badelt compusieron una obra que se construye a partir de un tema principal, Tennessee.

Valoración:

Joan Martínez [2001-11-12]