Que la imaginación de la factoría Disney está de capa caída no hace falta que lo reiteremos, desde THE LITTLE MERMAID (1988) los largometrajes animados han evolucionado hasta las historietas para adolescentes. Los filmes otrora aptos para todos los públicos se han ido convirtiendo con el paso del tiempo en filmes sólo aptos para teenagers. El ejemplo más claro lo tenemos en TREASURE PLANET (2002). Todo un clásico de la literatura juvenil de R.L. Stevenson ha sido diseccionado con poca fortuna en una versión futurista dirigida por el dúo Ron Clements y John Musker.

La falta de inspiración no se reduce tan sólo a los dos realizadores sino que alcanza también al compositor James Newton Howard. Desde su primera y exitosa experiencia en DINOSAUR (2000) sus trabajos para Walt Disney se han ido adaptando a una misma fórmula. En 2003 llegaba TREASURE PLANET, a todas luces un remake musical de ATLANTIS: THE LOST EMPIRE (2001) con reminiscencias perfectamente reconocibles de SNOW FALLING ON CEDARS (1999) —en su obertura 12 Years Later— y algunas de las fórmulas descriptivas que ya escuchábamos en SPACE JAM (1996). Eso sí, como ya ocurrió en sus precedentes, James Newton Howard se esforzó en componer dos temas ciertamente interesantes, que vienen a ser los puntales de la partitura junto a las dos canciones iniciales interpretadas por John Rzeznik (I’m Still Here [Jim’s Theme]) y BBMak (Always Know Where You Are) en lo que es una apuesta clara hacia el producto comercial por parte de los productores.

La obertura es un claro ejemplo del concepto de obra global según James Newton Howard. Sinfonismo y música intensa constituyen una fórmula eficaz para esta sólo interesante rentrée en la trilogía howardiana para la Disney; interesante sin más, puesto que sus recursos, como ya hemos referido, son puras reutilizaciones de las dos anteriores. En muchos pasajes estamos más ante los temas marineros de ATLANTIS: THE LOST EMPIRE (2001) que ante una partitura original escrita para la ciencia ficción. El tema marinero The Launch es el mejor ejemplo de lo que estamos apuntando.

Y es que vivimos una etapa de renacimiento de la música inspirada en el mar y también de los temas piráticos caracterizados por la intensidad y la plenitud musical. John Debney y Klaus Badelt son ejemplos del uso orquestal y del sintetizador, respectivamente, al servicio de la acción.

Junto a estos temas marineros, James Newton Howard añadió melodías poéticas que suenan en Silver Comforts Jim, y temas descriptivos que siguen la línea que ya marcó en su día en SPACE JAM (1996), correctos en lo que hace a la descripción de la acción pero que como temas audibles dejan mucho que desear. Estos temas los escuchamos en Jim Chases Morph o Ben mezclados con temas líricos o de desarrollo caso de Silver Bargains.

Si James Newton Howard ha destacado en algo en estos últimos años ha sido en la composición de música atmosférica para dar cuerpo al terror. De su última experiencia SIGNS (2002) y de sus precedentes encontramos también algunos esbozos.

En resumen podemos afirmar que TREASURE PLANET (2002) no es más que una obra regular, que se pierde en muchos momentos en la simple descripción pero que tiene en sus dos temas principales ese verdadero puntazo que hace de esta tercera entrega a la factoría Disney una obra interesante.

Valoración:

Joan Martínez [2003-10-27]